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Práctica 11. Congreso Interestelar

RESUMEN: Este TFM se centra en la enseñanza y mejora de la ortografía en el aula de Educación Secundaria, partiendo de la necesidad de abordar los errores ortográficos más comunes entre el alumnado desde una perspectiva innovadora y significativa. Con este objetivo se propone la creación de un blog colaborativo como eje metodológico, en el que cada estudiante investigará, analizará y corregirá errores ortográficos frecuentes, identificados previamente a través de una evaluación diagnóstica inicial. De este modo, se persigue no solo mejorar la competencia ortográfica, sino también fomentar la autonomía del alumnado y su implicación activa en el proceso de aprendizaje. Se usarán asimismo las redes sociales —especialmente la plataforma X (anteriormente Twitter), donde predomina el lenguaje escrito— como fuente real y contextualizada de ejemplos de errores ortográficos, lo que facilita el desarrollo de una mirada crítica y reflexiva hacia la lengua en uso. El marco teórico del trabaj...

Práctica 9 - Taller de Pep Hernández

 1. Breve resumen de la sesión. 

Voy a exponer los puntos que más me llamaron la atención de la charla de Pep Hernández, ya que fue bastante extensa y tocó muchos palos diferentes. Uno de esos momentos fue cuando se planteó ordenar por importancia cuatro pilares fundamentales de la enseñanza: valores, relaciones humanas, conocimiento e infraestructuras.

Si bien todos ellos tienen su lugar, no ocupan el mismo peso dentro del proceso educativo. En primer lugar, los valores deben situarse en la cima: son el fundamento ético sobre el cual se construye todo lo demás. Un docente transmite más que contenidos; transmite formas de ser y de estar en el mundo y en sociedad. Incluso si en algún momento falla el conocimiento, los valores se sostienen como guía y como ejemplo. En segundo lugar, las relaciones humanas son esenciales. Sin una conexión genuina, sin confianza, afecto y escucha, el aprendizaje se diluye. Es en la calidad del vínculo donde nace el deseo de aprender. El conocimiento, en tercer lugar, resulta fundamental, pero puede adquirirse, actualizarse y completarse; lo que no puede faltar es la capacidad de enseñar desde una relación significativa y ética. Finalmente, las infraestructuras son un soporte valioso, más bien secundario: existen clases memorables sin grandes recursos, y aulas tecnológicamente avanzadas sin alma pedagógica.

También suscitó bastante interés cuando pasamos a hablar sobre inteligencia artificial. Frente a los desafíos que se plantean en este campo, es necesario reconsiderar qué tipo de tareas le pedimos al alumnado. Si la IA puede generar resúmenes automáticos de libros en segundos, insistir en ese tipo de ejercicios pierde sentido. No se trata simplemente de sustituir resúmenes por productos como booktoks o booktrailers, sino de cambiar la lógica y la perspectiva desde la cual enfocamos las tareas: debemos virar hacia nuevas ópticas que van más por la síntesis, la creatividad, la interpretación personal y la expresión emocional. A través de ellas, el estudiantado no solo demuestra que ha leído, sino que ha vivido e interpretado la obra. Son formatos que exigen una apropiación real del contenido, y que devuelven el protagonismo al lector frente a la pasividad que puede promover la tecnología. Lejos de ser una moda, estos recursos son una respuesta adaptativa y pedagógicamente válida para una era en la que lo mecánico ya no tiene valor por sí mismo.

Por último, me gustaría destacar cuando Pep Hernández expuso los cuatro verbos capitales que deben ser la base de toda clase de Lengua y Literatura: escuchar, hablar, leer y escribir. No son únicamente ejes didácticos: son también formas esenciales de vivir y permanecer en sociedad. Escuchar es quizás el acto más olvidado y, a la vez, el más revolucionario de todos: implica abrirse al otro, prestar atención, respetar. Hablar, por su parte, implica construir sentido, expresar pensamiento, ser visible ante los demás. Leer no se reduce a decodificar textos, sino a interpretar realidades, conectar con lo humano a través de la palabra. Y, finalmente, escribir es organizar el pensamiento, dejar huella, comunicar más allá de la presencia. Por supuesto, no es necesario que los y las docentes dominemos a la perfección cada una de estas destrezas, debemos centrarnos en ir más allá y funcionar como modelo de valores. En el plano del conocimiento podemos errar, pero en el plano de la actitud y la ética tenemos que intentar ser ejemplo.

 

2. Comentar brevemente y enlazar un recurso de su web. 

Me ha parecido muy interesante el recurso «La Horda del Lector», un ABP transmedia para la promoción y fomento de la lectura que se encuentra en la siguiente dirección: https://pephernandez.wixsite.com/lahordadellector. Es un proyecto educativo innovador del Colegio El Valle Valdebernardo en Madrid, diseñado para fomentar la lectura entre estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) mediante un enfoque transmedia y participativo.

El proyecto se basa en el Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) y utiliza diversas herramientas digitales para transformar a los estudiantes en «lectores prosumidores», es decir, lectores que no solo consumen literatura, sino que también crean contenido relacionado con sus lecturas. Esto incluye la producción de reseñas en video (booktubers), tráileres de libros (booktrailers), recreaciones fotográficas de portadas (fotoportadas) y la recopilación de recomendaciones de lectura por parte de figuras públicas (lectores ilustres). Cada una de estas secciones está dividida en su propio apartado:

  • Fotoportadas: Los estudiantes recrean portadas de libros mediante fotografías, por lo que se sumergen en el universo de las obras y las personalizan con su propia interpretación visual.
  • Booktubers: En esta sección, los alumnos graban videos donde analizan y valoran libros que han leído a modo de recomendación al público general que consume la aplicación. Desarrollan así habilidades de comunicación y pensamiento crítico.
  • Booktrailers: Inspirados en los tráileres cinematográficos, los estudiantes crean videos breves y creativos que promocionan las obras a través de diversas técnicas audiovisuales para captar la atención de potenciales lectores.
  • Lectores ilustres: El proyecto invita a personalidades admiradas por el alumnado para compartir sus lecturas favoritas de la adolescencia, lo que permite acercar la lectura a los jóvenes mediante referentes significativos.
  • Juramento: Una declaración simbólica donde los participantes se comprometen a ser lectores fieles, a promover la lectura entre sus pares y a valorar los libros como compañeros de vida.

 

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