Práctica 4. Congreso, Revista o Artículo sobre DLL.

 El impacto de las redes sociales en la promoción de lectura y venta de libros en Latinoamérica entre 2010-2020. 

Camila Giuria Farias Pontificia 

Universidad Católica del Perú

Lengua y Sociedad. Revista de Lingüística Teórica y Aplicada.

Vol. 20, n.º 1, Lima, enero-junio de 2021, pp. 

71-82 https://doi.org/10.15381/lengsoc.v20i1.22269

    Uno de los grandes retos a los que nos enfrentamos como profesores es asumir que la educación no es estática. No podemos seguir enseñando la lectura como se hacía hace veinte años porque los hábitos de nuestros alumnos han cambiado radicalmente. Hoy, la literatura ya no se consume solo en el aula o en la biblioteca, sino que se vive en redes sociales, en videos de YouTube, en publicaciones de Instagram y en recomendaciones virales de TikTok. Es por eso que he elegido analizar este artículo como parte de mi Trabajo de Fin de Máster y recomendarlo para esta práctica, porque me parece fundamental entender este cambio y reflexionar sobre cómo debemos adaptarnos a él.

    El artículo El impacto de las redes sociales en la promoción de lectura y venta de libros en Latinoamérica entre 2010-2020, de Camila Giuria Farias, explora cómo YouTube e Instagram han influido en la forma en que se promueve la lectura y se comercializan los libros. Su análisis me ha parecido especialmente interesante porque no se limita a ver el fenómeno como algo positivo o negativo, sino que muestra las dos caras de la moneda: por un lado, las redes sociales han conseguido que más jóvenes se interesen por los libros; por otro, también han impulsado una cultura de consumo en la que lo importante no siempre es leer, sino poseer libros.

    Uno de los puntos clave que destaca el artículo es la diferencia entre YouTube e Instagram en la promoción de la lectura. En YouTube, la comunidad de Booktube ha logrado un impacto significativo porque los creadores de contenido no solo recomiendan libros, sino que generan un vínculo cercano con su audiencia. Hablan de literatura con entusiasmo, con humor, con pasión. No son críticos literarios distantes, sino personas con las que los espectadores pueden identificarse. Y esto es crucial, porque uno de los grandes problemas de la enseñanza de la literatura en las aulas es que muchas veces se presenta como algo rígido, ajeno a la realidad de los estudiantes.

    En contraste, Bookstagram, la comunidad de lectores en Instagram, ha tenido un éxito mayor en la venta de libros que en la promoción de la lectura en sí. En esta plataforma, la estética juega un papel determinante: las publicaciones más populares no son necesariamente las que profundizan en el contenido de los libros, sino aquellas que los muestran de una manera visualmente atractiva. Esto ha llevado a un fenómeno interesante (y preocupante): muchos jóvenes sienten la necesidad de comprar libros no tanto para leerlos, sino para fotografiarlos y compartirlos. Aquí es donde el artículo plantea una pregunta clave: ¿se está promoviendo realmente la lectura o solo el coleccionismo de libros?

    Este es un punto que me ha hecho reflexionar mucho como docente. Durante años, se ha insistido en que el problema es que los jóvenes no leen. Pero quizás el problema no es la falta de interés por la lectura, sino la forma en que la hemos estado enseñando. Si las redes sociales han conseguido despertar un entusiasmo por los libros, aunque sea desde una perspectiva más visual y comercial, ¿por qué no aprovechar esa motivación en el aula? ¿Por qué no incorporar estrategias que conecten con estos nuevos formatos, en lugar de aferrarnos a métodos que cada vez resultan más distantes para los estudiantes?

    Otro aspecto que el artículo aborda de manera brillante es el papel de los influencers literarios y su relación con la industria editorial. Tradicionalmente, la recomendación literaria estaba en manos de críticos, libreros y profesores. Hoy, un booktuber con miles de seguidores puede determinar el éxito de un libro más que cualquier premio literario. Esto ha cambiado por completo la manera en que los libros llegan a los lectores, y también ha generado debates sobre la autenticidad de las recomendaciones. Muchas editoriales han convertido a los influencers en una parte clave de sus estrategias de marketing, lo que significa que no todas las recomendaciones en redes sociales son tan espontáneas como parecen.

    Pero más allá de la cuestión comercial, lo que realmente me ha hecho pensar este artículo es la idea de que la lectura no es un acto individual, sino social. Durante mucho tiempo hemos enseñado la lectura como una actividad solitaria, pero las redes han demostrado que leer puede ser una experiencia compartida. Los jóvenes comentan sus lecturas en hilos de Twitter, hacen retos literarios en TikTok, graban videos analizando finales alternativos. Hay una necesidad de diálogo que no siempre fomentamos en el aula.

    Por eso, creo que el gran aprendizaje de este artículo es que la enseñanza de la literatura no puede seguir ignorando las redes sociales. Si queremos que nuestros estudiantes lean, tenemos que encontrar maneras de integrar estos nuevos formatos en nuestra práctica docente. Esto no significa que debamos reemplazar la lectura profunda por videos de tres minutos, pero sí que podemos usar estas herramientas para generar interés, para contextualizar lecturas, para hacer que los libros sean parte de su mundo.

    Al final, el artículo concluye que, aunque las redes han tenido un impacto positivo en la visibilidad de los libros, esto no significa necesariamente que haya más lectores reales. Es un recordatorio de que la tecnología por sí sola no transforma hábitos; somos nosotros, como profesores, quienes debemos aprovechar estos cambios para hacer que la lectura sea una experiencia significativa. Porque la educación está en constante evolución, y si nosotros no cambiamos con ella, corremos el riesgo de quedarnos atrás. 

PREGUNTAS SOBRE IA:

1. ¿Es posible realizar esta entrada con Inteligencia Artificial? ¿Cuáles serían los posibles resultados en términos de la calidad y originalidad?

No, no considero que una entrada como esta pueda realizarse con Inteligencia Artificial de manera efectiva. Aunque la IA puede generar textos estructurados y coherentes, lo que he escrito aquí no es un simple resumen o una reestructuración de ideas preexistentes. Es el resultado de un proceso de análisis crítico y reflexión personal basado en mi experiencia, mis conocimientos adquiridos durante el máster y mi trabajo en el TFM.

2. ¿He utilizado Inteligencia Artificial en esta entrada? ¿Cómo? ¿Con qué finalidad? ¿Cuáles han sido las preguntas-instrucciones-prompts?

No, no he utilizado Inteligencia Artificial para la elaboración de esta entrada. Todo lo aquí escrito proviene del análisis que he realizado como parte de mi TFM.

3. Análisis DAFO: Identifica las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades en relación con el uso de la IA en este contexto.

Debilidades: Falta de pensamiento crítico en los textos generados automáticamente.

Amenazas: Riesgo de que los docentes y estudiantes confíen en la IA para generar contenidos sin un proceso de reflexión real.

Fortalezas: La reflexión humana sigue siendo insustituible en el ámbito de la didáctica y la enseñanza de la literatura.

Oportunidades: Diseñar estrategias didácticas que integren la reflexión sobre la IA en la enseñanza de la literatura.

4. ¿Hay riesgo de que esta práctica se realice de forma automática? Evalúa del 0 (mínimo riesgo) al 10 (máximo riesgo) justificando tu respuesta.

Le daría un 8 en la escala de riesgo.

¿Puede la Inteligencia Artificial fomentar el pensamiento crítico o, por el contrario, lo debilita?